Después de la caída


Después de la caída

Después de una larga pausa regreso a escribir con el ánimo de compartir lo que puedo aprender en mi constante búsqueda de profundidad en la palabra de Dios, hoy visito oseas 14 y de inmediato parece resaltar delante de mis ojos el verso 1 de este corto capítulo.

Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído. 
Para quienes llevamos algún tiempo en el entorno cristiano, y aun para aquellos que se familiarizan poco a poco con él, es fácil encontrar que una caída significa para nosotros un fracaso en lo que corresponde a la vida cristiana, pero quisiera resaltar una realidad que en ocasiones llegamos a ignorar, y es que aunque vivimos bajo ataques del diablo y existan personas que se dejen usar por él, los responsables de cada caída sólo somos nosotros.

" aunque vivimos bajo ataques del diablo y existan personas que se dejen usar por él, los responsables de cada caída sólo somos nosotros." 
 Desde nuestros primeros padres en Edén, encontramos nosotros una amplia tendencia de nuestra naturaleza humana hacia la autojustificación por nuestras fallas y errores, sin embargo, y como suele suceder Dios tiene una visión totalmente distinta de nuestro fracaso, nuestra caída y nuestro pecado, podemos acusar a las circunstancias, al entorno, a las personas que nos rodean, a la historia que tenemos, a nuestra naturaleza o nuestras debilidades, pero el enfoque bíblico siempre deja un culpable, a cada uno de nosotros.

En este corto capítulo podemos observar también una de las tendencias que tenemos, es intentar cubrir nuestras faltas con buenas acciones que aparentemente puedan resarcir esos errores, sin embargo, el texto número 2 nos deja ver que no todas las buenas acciones son aceptas, el pueblo debe suplicar para que Dios acepte el bien de sus manos tras haber fallado.

No podemos pretender que nunca pasó nada, cuando sabemos que sí pasó algo, no podemos cubrir con un acto de bondad una vida contraria a los mandamientos que hemos recibido de Dios. 
 El capítulo 14 de Oseas termina con una pregunta:

 ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa?   Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos
Entender y saber la manera en que Dios ve nuestros pecados y asumir así la responsabilidad de ellos nos ayudará mucho en nuestro caminar cristiano, el camino de Dios es recto, y cada uno de los que sea justo podrá andar en él, sin embargo aquellos que tengan corazón rebelde, serán destruidos en el mismo camino que Dios destinó para salvarles.

Y ese texto me hace recordar lo que salomón escribió para nosotros en proverbios 10:29

El camino de Jehová es fortaleza al perfecto;Pero es destrucción a los que hacen maldad.
Da para pensar.

Comparto como venía acostumbrando una canción relacionada con nuestro tema.


Comentarios

Entradas populares