Historia de un Soñador (Parte 5) - La Escalada

La Escalada 

Historia de un Soñador (Parte 5) 

"Después de la tormenta viene la calma" uno no entiende el peso que tiene esa frase, y el significado de todo lo que encierra sino hasta que de verdad ha estado en el ojo del huracán y después ve cómo las cosas se empiezan a despejar a su alrededor, como la vida empieza a mejorar, y como aquello de lo cual pensamos moriríamos al final no nos mata sino que nos hace más fuertes. 

Génesis capítulo 41, una vez que la conexión divina comienza no se detiene, y justo después de ese episodio empieza un periodo que he determinado "la escalada" en la vida de José, porque después de haber estado en lo hondo de un abismo, Dios dispone el momento y también la manera de empezar a escalar con el objetivo de salir de allí. 

Dios tiene determinado un momento para el final de nuestra prueba, de nuestra tormenta, de nuestro pozo de desesperación, el salmista decía que Él es quien nos saca del pozo de la desesperación y nos hace llegar a la parte alta de la peña. 

Dos años después de iniciada la conexión divina, Faraón tiene dos sueños que le perturban, y aunque busca ayuda en sus sabios y adivinos ninguno de ellos le puede dar la respuesta. Cuando Dios ha determinado que el que va a escalar eres tú, pueden existir miles de sabios con mayor experiencia y capacidad que la tuya, pero es sobre ti que Dios hará brillar su gloria. 

La conexión divina iniciada dos años atrás se reactiva y José sale de la cárcel, ya sin la barba de un prisionero, y sin las ropas de un prisionero, se presenta delante de Faraón y Dios le hace llegar casi a la cima del monte... 

-Se dice que interpretas sueños...
-Yo no, Dios a través de mí.

Es ahí, justo ahí donde José le pone el broche de oro a su escalada, fácilmente podemos olvidar que es Dios el que nos ha sacado de las profundidades del fracaso cuando empezamos a disfrutar de las alturas de la victoria. 

"Faraón: ¿Hallaré otro hombre como éste en quien esté el Espíritu de Dios? Doblen rodillas delante de él. "

Empezó a recordar todas aquellas frases que solemos ignorar cuando nos encontramos con momentos duros, "Saldrás de ésta, ésto también pasará, no durará para siempre, el dolor se iré, después de la tormenta viene la calma" Ahora sí lo comprendía, ahora sí tenían sentido esas expresiones. 

Y así, el que cayó al pozo del odio de sus hermanos, el que es vendido, esclavizado, calumniado, y apresado, empieza a realizar la escalada hacia el lugar donde se supone que habría de llegar... ese es José, el que ahora escala hacia su victoria, pero allá arriba, en la victoria no olvidará sus cicatrices, ¿Qué hará José con sus cicatrices? bueno, esa es otra historia.