Historia de un Soñador (Parte 3) - Acompañado en la Soledad

Acompañado en la soledad. 

Historia de un Soñador (Parte3)

Después de cruzar por "Éste pequeño desierto" avanzamos un escalón más a través de la experiencia de José, y éste episodio se llama "Acompañado en la soledad". El capítulo 39 de Génesis nos muestra como José arriba a la tierra de Egipto donde de manera inmediata es vendido como sirviente a la casa de Potifar, un oficial de Faraón. 

Y justo después de que la biblia nos narra ese suceso, nos indica que Dios estaba con José, y en ésta oportunidad quiero centrar nuestra atención sobre la realidad de que en medio de todo proceso que enfrentemos en nuestra vida por designio de la voluntad divina, estaremos en compañía. Esa compañía no vendrá quizás de quienes amamos, de quienes esperamos que siempre estuvieran a nuestro lado cuando tuviéramos que enfrentar situaciones difíciles, ésta compañía, no llegará de familia, de amigos, de pareja, esa compañía viene de un ser que en ocasiones parece ausente, pero que está más atento a cada suceso de nuestra vida de lo que nosotros pensamos. 

¿Cómo puede Dios estar conmigo si estoy en medio de un gran desastre? de los discípulos aprendemos que Jesús está en la barca, pero está durmiendo... Y con esto no quiero decir que Dios se duerma y se desentienda de nuestra situación, con esto quiero que sepamos que solamente está esperando el momento oportuno para actuar, de tal modo que no quedará en nosotros la menor duda de que definitivamente Dios ha obrado en nosotros. 

En medio de esta tierra extraña y llena de dolor a la cual José es llevado como parte del propósito de Dios, nos dice la biblia que sobre José se hace notorio que es diferente, no por venir de otro lugar, no por sus heridas, no por las marcas que la vida le ha dejado, sino porque Dios está con él. 

Nosotros brillaremos en el lugar donde Dios nos ponga, no por el pasado, no por las heridas, no por las marcas o las cicatrices sino por el evidente acompañamiento de Dios en el lugar donde estemos. 

 Pero hay una advertencia que debo dejar ya para concluir, ese brillo atraerá miradas, deseos y ofertas, tanto buenas como malas, por tal razón es importante que estemos siempre dispuestos a permanecer en integridad sin importar la condición de nuestro entorno alrededor, José aparentemente pasaría de un pequeño descanso en su trágica historia a vivir de nuevo momentos de tristeza, soledad y dolor, pero NO, él nunca estaría solo, él siempre contaría con la ayuda de aquél que no lo dejaba aunque pareciera estar en silencio.

José es puesto en la cárcel, por retener su integridad y comportarse a la altura de las circunstancias, actuando como alguien que no está solo, aun en medio de estar separado de quienes podrían apoyarlo, sin embargo allá en esa cárcel se vuelve a decir de José, que Dios estaba con él.

Dios está en silencio, pero está contigo, no dejes de caminar conforme Él ha indicado, Dios está cerca, quizás no tanto como para que puedas sentirlo, pero sí lo suficiente como para que nada se salga de control y sea más fuerte de lo que puedes resistir.

No tengas miedo, no desmayes, no estás solo,  
el que nunca llega tarde, ¡ya llegó! 


Nuestro protagonista soñador, pronto estará conectado por la red divina, pero eso ya es otro capitulo.

Comentarios

Entradas populares